Cuentan que hace mucho tiempo
atrás cuando el mundo era joven...
Lakota,
que era un viejo líder espiritual, encontrándose en una de las
montañas más altas, tuvo una visión en la que se le presentó
Iktomi (el gran maestro bromista de la sabiduría) aparecido en forma
de araña. Iktomi se manifestaba por medio de un lenguaje secreto,
que sólo podían comprender los más avanzados líderes espirituales
de la tribu.
Ese día y por alguna cuestión especial, mientras
ellos intercambiaban en diálogo, Iktomi (la araña), cogió un trozo
del sauce más viejo, le dió forma redonda y con algunas plumas,
pelos de caballo y adornos de cuentas, comenzó a tejer una telaraña.
Y mientras lo hacia, hablaban de los círculos de la vida, del
principio, de la existencia como bebés, del crecimiento a la niñez,
del pasaje de la juventud a la edad adulta y de la llegada finalmente
a la ancianidad, cuando necesitamos nuevamente la atención y los
cuidados de cuando fuimos bebés, completando así el circulo que
iniciamos con el nacimiento.
Iktomi decía mientras seguía
avanzando en el tejido de su red: "En cada tiempo de la vida hay
muchas fuerzas, algunas buenas y otras malas. Si te encuentras en las
buenas, ellas te guiarán en la dirección correcta. Pero si escuchas
a las fuerzas malas, ellas te lastimarán y te guiarán en la
dirección equivocada".
Y continuaba expresando: "Hay
muchas fuerzas y diferentes direcciones, que pueden ayudar a
interferir con la armonía de la naturaleza. También con el gran
espíritu y sus maravillosas enseñanzas".
Iktomi al mismo
tiempo que hablaba, continuaba entretejiendo su telaraña desde
afuera, hacia el centro; ni bien la halló terminada, le entregó a
Lakota la red, diciéndole: "Mira la telaraña, es un circulo
perfecto, pero en el centro hay un agujero; úsala para ayudarte a ti
mismo y a tu gente; para alcanzar tus metas y hacer buen uso de las
ideas de la gente, sueños y visiones".
"Si tú crees
en el Gran Espíritu, la telaraña atrapará tus buenas ideas y las
malas se irán por el agujero".
El líder espiritual Lakota,
le transmitió la visión a su gente y ahora los Indios Sioux usan el
atrapasueños como la red de su vida.
La energía positiva y
creativa vertida de los sueños queda atrapada en la telaraña de la
vida; mientras que todo lo malo, negativo y atemorizante se escapa a
través del agujero del centro, para no ser más nunca parte de
ellos.
Teniendo en cuenta la leyenda, y que el objetivo
fundamental de esta pieza mágica es la transmutación de las
energías negativas, es de suma importancia poder reconocer un
verdadero atrapasueños; de cualquier otro objeto, que aún siendo
una bonita artesanía, no cumpla con los requisitos básicos para los
que ha sido creado.
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