Las habilidades y competencias
matemáticas se van desarrollando en los niños a lo largo de la
escolaridad.
La discalculia es un trastorno
del aprendizaje de las matemáticas que se manifiesta en una serie de
dificultades significativas en el desarrollo de capacidades
matemáticas, como en el procesamiento numérico, en el razonamiento
lógico matemático, en la comprensión aritmética y en la
realización de cálculos y operaciones.
Estas dificultades producen un
bajo rendimiento en este área y un posible fracaso escolar.
Los niños con discalculia o
dificultades en el aprendizaje matemático, han
de responder a los siguientes
criterios:
• Tienen un nivel de
inteligencia normal, sin lesión cerebral sin trastornos emocionales
graves y sin ningún tipo de discapacidad (visual, auditiva, etc.),
por lo que en el resto de las áreas no suelen tener dificultades
• Manifiestan un rendimiento
escolar en el área de matemáticas significativamente inferior al
esperado según su edad y según su capacidad intelectual.
• Han contado con las
condiciones educativas y socioculturales adecuadas para poder
adquirir estos conocimientos.
Podemos decir que la discalculia
es “un trastorno estructural de las habilidades matemáticas
originado por un trastorno genético o congénito de partes del
cerebro que son el substrato anatomo-fisiológico directo de la
maduración de las habilidades matemáticas adecuadas a cada edad,
sin un trastorno simultáneo de las funciones mentales generales”
(Kocs).
Se consideraría que la base de
la discalculia es una alteración, disfunción o desorden genético
del sentido del número innato que conlleva una menor maduración a
nivel cerebral de las áreas relacionadas con el procesamiento
numérico.
Se contemplan también diferentes
tipos de discalculia, que pueden darse de forma conjunta o separada:
• Discalculia verbal:
dificultad para comprender conceptos matemáticos y
relaciones presentadas
verbalmente.
• Discalculia pratognóstica:
dificultad para manipular objetos para hacer
comparaciones de tamaño,
cantidad, etc.
• Discalculia léxica:
dificultad para comprender símbolos matemáticos o
números.
• Discalculia gráfica:
dificultad para manipular símbolos matemáticos mediante
la escritura (escribir números).
• Discalculia ideognóstica:
dificultad para entender conceptos matemáticos
y relaciones entre ellos y para
realizar cálculos mentales.
• Discalculias operacionales:
dificultad para realizar operaciones aritmétricas
básicas (verbales o escritas).
En la discalculia pueden aparecer
dificultades perceptivas, lingüísticas, de memoria, simbólicas o
cognitivas que dificultan la realización de operaciones y cálculos.
En concreto, podrían ser:
Dificultades
perceptivas, visoespaciales y visoconstructivas:
• En la representación
espacial de las magnitudes dentro de la línea mental,
lo que le impide un desarrollo
normal de los conceptos numéricos.
• Para reconocer y entender los
símbolos y para entender signos y direcciones.
• Para alinear números y
ordenar grupos de números, de mayor a menor y
viceversa. También para alinear
símbolos.
• Perceptivo-visuales y en la
organización visoespacial, por ejemplo, para
distinguir tamaños, figura-fondo
y formas.
• De identificación de
números, especialmente aquellos similares (por
ejemplo, el 6 y el 9).
• En la integración y manejo
de los símbolos aritméticos y numéricos, pudiéndose producir confusión de los
signos: +, -, / y ×.
• En la inversión, reversión
o transposición de números (por ejemplo, 13
por 31).
• En las relaciones entre
figura y longitud.
• De distancia y tamaño, para
comprender proporciones, encontrar el punto
medio entre dos números,
determinar qué número va delante o detrás de
otro, etc.
• En la comprensión de un
valor según la ubicación de un número y la coma
decimal.
• Para comprender las
relaciones espaciales (por ejemplo, arriba/abajo o
derecha/izquierda).
• Para reproducir figuras
geométricas, un modelo (un dibujo), o construir un
rompecabezas.
• De orientación espacial,
esquema corporal y con los conceptos abstractos
del tiempo y dirección.
Dificultades
lingüísticas:
• Simbólicas, en el ámbito
lingüístico general, pero que también aparecen
en las actividades de lectura y
escritura.
• En la comprensión de
términos matemáticos y la conversión de problemas
matemáticos en símbolos
matemáticos
• En la transcripción, por
ejemplo, cuando se escriben números dictados.
Dificultades
en la memoria a corto plazo, para conservar y retener la
información numérica y comprender y recordar conceptos, números.
reglas, fórmulas, secuencias matemáticas (orden de operaciones).
Por ejemplo, para
recordar una sucesión temporal
de números o los distintos pasos o procesos
implicados en un problema.
Dificultades
de razonamiento lógico-matemático:
• Para realizar cálculos y
operaciones matemáticas.
• Para realizar cálculos de
forma mental.
• Con las operaciones básicas
y sus secuencias (suma, resta, multiplicación
y división).
• De comparación,
clasificación, correspondencia, ordenamiento, seriación,
inclusión. deducción, etc.
• Para contar comprensivamente,
es decir, realizar el conteo ordinal rutinario.
• De comprensión aritmética,
compresión de conjuntos, etc.
• Para realizar abstracciones y
elaborar asociaciones a partir de material
numérico.
Dificultades
de atención como, por ejemplo, en copiar figuras y
observar de
forma correcta los símbolos de
las operaciones.
Dificultades
metacognitivas, respecto a la
planificación del trabajo, establecimiento de objetivos,
autorregulación, comprobación de resultados, etc.
Las dificultades pueden variar en
cada niño, y dependen de la edad, por lo que tendremos que conocer cuáles son
las que presenta nuestro hijo en concreto.
En la discalculia pueden influir
también factores madurativos, cognitivos, emocionales y en
educativos.
En un 30% de los casos, la
discalculia se presenta de forma simultánea con déficit de atención
o dislexia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario