El sentido numérico es una capacidad innata, que nos permite distinguir, manipular y representar
cantidades pequeñas de elementos y nos facilita, por tanto, una adaptación positiva al entorno.
El conocimiento lógico-matemático se desarrolla desde muy
temprana edad, fruto de la manipulación e interacción del niño con
los objetos y personas que constituyen su medio ambiente.
Previamente a la escolarización, los niños ya conocen el
concepto de número como representación de una cantidad y los sistemas básicos de
simbolización
(principio de cardinalidad –correspondencia cantidad y número-
y de ordinalidad –relación de orden de un número con otros números).
El sentido numérico será la base sobre la que posteriormente,
mediante la escolarización, se desarrollarán capacidades matemáticas y de
cálculo más complejas.
El aprendizaje del sistema numérico pasa por distintas etapas a
través de las cuales se desarrollan los siguientes aspectos:
1º El sistema numérico innato:
permite a un bebé distinguir entre 1 y 3 objetos.
2º El sistema numérico verbal: se
produce la asociación de las cantidades a una palabra concreta (como por ejemplo, dos).
3º El sistema numérico arábigo: se
produce la asociación de las cantidades a un número concreto.
4ª La línea numérica mental: se va
adquiriendo la representación de los números en una línea mental interna que permite ordenar y contar los
números de forma secuencial (incorporando poco a poco las decenas,
centenas, miles, etc.), y de forma flexible, y la posibilidad de
hacer algunas operaciones de cálculo aproximadas. Esta línea
numérica requerirá memoria a corto plazo y la simbolización del
número (lenguaje).
Para que se desarrollen las capacidades matemáticas, son
necesarias unas capacidades cognitivas previas, como la atención, la
memoria, el razonamiento y la percepción.
Es necesario el lenguaje y la adquisición de unos conceptos
básicos como el tamaño, la forma, la cantidad, el orden, la
posición y el conocimiento corporal.
Las aptitudes relacionadas con la
competencia matemática son:
• Lectura y comprensión de problemas verbales y de conceptos y
procedimientos matemáticos.
• Percepción auditiva.
• Memoria a corto plazo y memoria verbal a largo plazo.
• Organización viso-espacial.
• Discriminación visual de símbolos matemáticos escritos.
• Cálculos mentales rápidos, conceptualización abstracta,
habilidades de solución de problemas, cálculos matemáticos
básicos.
• Habilidades lingüísticas.
• Funciones motóricas, uso de las sensaciones táctiles.
• Habilidades de secuenciación y seriación.
Una alteración en cualquiera de estas capacidades cognitivas,
produciría un retraso en el aprendizaje de las matemáticas por lo que, en su caso,
habría que abordar cada una de ellas para superar esas posibles
dificultades.
Las matemáticas son un lenguaje simbólico a través del cual se
asignan unos códigos a las diferentes agrupaciones de elementos,
mediante un procedimiento arbitrario reglado, para relacionarlos
posteriormente en distintas operaciones.
Requiere de reglas adecuadas para su uso, que hay que conocer y
aprender. Este grado importante de representación simbólica y abstracción hace
que el aprendizaje del conocimiento matemático sea complejo.
A través de las diferentes etapas de aprendizaje, los niños
adquieren progresivamente un pensamiento lógico cada vez mayor que les permitirá ir desde
la manipulación de objetos hasta esta representación simbólica y abstracción.
Durante el proceso de escolarización, influirán distintos
elementos, relacionados con el profesor, el tipo de enseñanza, el
contexto sociofamiliar, el contenido curricular y el propio alumno.
Estos factores, que podrán facilitar o dificultar este aprendizaje
en cualquier niño, están relacionados con:
1) El propio contenido de la materia:
• Son contenidos de naturaleza abstracta. El lenguaje matemático
implica un verdadero sistema simbólico con reglas propias y con
conceptos complejos.
• Son contenidos jerárquicos que exigen haber adquirido bien
unos determinados conocimientos para poder adquirir los posteriores,
cada vez más complejos.
2) El profesor. En concreto, su
formación didáctica, el método de enseñanza que utilice y actitud
hacia la materia y los alumnos. Un método de enseñanza
pasivo-receptivo, que promueva unos aprendizajes rutinarios y
mecanicistas, dificulta más este aprendizaje que aquel que potencia
una comprensión real de los conceptos y operaciones matemáticas.
3) En el niño
los aspectos más significativos son:
• Los problemas más frecuentes que suelen aparecer son déficits
o lagunas de conocimientos, el desconocimiento de cuándo aplicarlos
si no se solicita de forma explícita, no usar mecanismos de
verificación para comprobar los resultados, actuar de forma
rutinaria sin reflexionar sobre el sentido de utilizar determinados
procedimientos, etc.
• Su actitud, motivación y creencias hacia los contenidos.
• Dificultades en las bases psicológicas (memoria, atención,
coordinación visomotora, organización visoespacial) o alteraciones
neuropsicológicas, que pueden estar detrás de algunas dificultades
en matemáticas.
4) El contexto sociofamiliar: las
expectativas y actitudes de la familia, los estímulos que recibe,
los recursos materiales a los que puede acceder, posibles cambios de
centro, posibles absentismos, etc.
Algunas de las dificultades más
frecuentes, que pueden aparece en cualquier niño, y que
suelen aparecer en la etapa de Educación Primaria, en cuanto a los
contenidos que han de ser adquiridos durante la misma:
• En los conceptos y procesos básicos:
de cantidad (aproximativos, comparativos,relacionados con operaciones manipulativas de cantidad),
espaciales y temporales (referencias espacio-temporales para
desarrollar la noción de número), tamaño, orden y cantidad.
• En las operaciones
lógico-matemáticas, como la clasificación y seriación,
la noción de conservación y la comprensión de reversibilidad.
• En la
noción de número: los principios de orden estable,
cardinalidad, abstracción, irrelevancia de orden, correspondencia
uno a uno.
• En el sistema numérico:
en la comprensión de la estructura lógica del sistema decimal
(unidades secundarias, como decenas, centenas, etc.) y del valor
posicional de las cifras.
• En la realización de cálculos
numéricos: comprensión en las operaciones, en la
mecánica de las operaciones aritméticas y errores conceptuales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario