Páginas

viernes, 18 de julio de 2014

El Asno y su sombra

Un viajero alquiló un Asno para llevarle a un lugar distante.


Estando el día sumamente caliente, y el sol brillando con fuerza, el viajero se paró para descansar, y buscó refugio del calor bajo la sombra del asno.


Como esto solamente permitía protección para una persona, tanto el viajero como el dueño del asno reclamaron dicha sombra, y una disputa violenta se levantó entre ellos en cuanto a decidir cuál de los dos tenía el derecho.


El dueño mantuvo que él había alquilado sólo al asno, y no a él con su sombra.


El viajero afirmó que él, con el alquiler del asno, había alquilado su sombra también.


La pelea progresó de palabras a golpes, y mientras los hombres lucharon, el asno galopó lejos.


El egoísta siempre termina sin nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario